10 lugares con alma en Lima

Para muchos viajeros Lima será un lugar de paso en su ruta hacia las maravillas del valle sagrado o hacia una emocionante aventura en la selva, pero yo recomiendo detenerse y quedarse unos días. No te defraudará.

Para mí, Lima fue mi hogar. Me acogió con los brazos abiertos y me mostró su alma y es ese alma la que os traigo aquí, en cada uno de los 10 lugares que os propongo visitar.

En este post no os voy a proponer un recorrido turístico. Se trata más bien de una selección muy personal de algunos lugares y rincones que para mí son especiales, esos que hay en cada ciudad y que son los que marcan la diferencia, como el postre tras una buena comida: los que hacen que te lleves el mejor sabor de boca.

  1. Plaza de armas
  2. El Puente de los Suspiros
  3. La Punta del Callao
  4. La Huaca Pucllana
  5. El Café Buenavista
  6. Restaurante El Enano
  7. El Olivar
  8. El Mercado de Surquillo
  9. El Parque del Amor
  10. Restobar Ayahuasca

Plaza de armas

La Plaza de Armas es un lugar imprescindible que visitar en Lima y no podía faltar tampoco en este post.
Es el corazón del centro histórico de Lima, donde Francisco Pizarro fundó la ciudad en 1535 y en ella se respira la historia de la ciudad por los cuatro costados.
Te recomiendo que te sitúes en la fuente que hay justo en el centro de la plaza.
Fíjate en esta bonita escultura de bronce que data del siglo XVII. Es un emblema de la ciudad.
Como curiosidad, te cuento que en 2024, con motivo de la celebración de las fiestas patrias que tiene lugar en julio, brotó pisco en lugar de agua de los caños de la fuente. Si no has probado nunca esta bebida espirituosa que es emblema nacional, estoy segura de que no te irás del Perú sin probarlo.

Desde la fuente, al levantar la vista, verás de frente la catedral y el palacio arzobispal con sus impresionantes balcones de madera de cedro. Es imposible no detenerse a admirarlos.

La visita a la catedral no te decepcionará. Son impresionantes los retablos y las sillerías del coro y del altar mayor preciosamente labradas en maderas nobles como el cedro o la caoba. A mí es lo que más me impactó. Detente también en la capilla donde se encuentra el sepulcro de Pizarro ¿Sabías que los restos del conquistador estuvieron perdidos durante mucho tiempo? Se creía que estaban en el interior de una urna de vidrio en una de las capillas de la nave, pero en realidad no estaban ahí y no fue hasta 1977 que se descubrió la cripta con los verdaderos restos.

Te cuento alguna cosa más sobre la catedral: su estilo es predominantemente renacentista, aunque por ejemplo las torres son de estilo neoclásico. Esta mezcla de estilos se debe a que, pese a que el edificio original se terminó de construir a mediados del S. XVII, la catedral se vio dañada por los sucesivos terremotos que ha sufrido la ciudad a lo largo de su historia. El de 1746 la destruyó casi por completo y es que, sí, el Perú es tierra de terremotos.
Enfrente de la catedral está el ayuntamiento, un edificio de estilo neocolonial en el que también destacan los balcones de madera. Merece la pena una visita guiada por su interior recorriendo los diferentes salones y su bonita biblioteca.

Todo el centro histórico de Lima fue declarado patrimonio cultural de la humanidad por la UNESCO, así que recorrer sus calles con la Plaza de Armas como elemento central es visita obligada.
Durante el día es una zona además muy animada, llena de comercios, restaurantes y vendedores ambulantes. Por la noche, cuando cierran los comercios, se convierte en un lugar no tan seguro, por lo que te recomiendo que programes esta visita durante el día.

El Puente de los Suspiros

Ibrehaut (Ivan Brehaut L.) via Wikimedia Commons

El Puente de los Suspiros está situado en Barranco. En este pintoresco rincón se concentra toda la esencia del espíritu bohemio que caracteriza a este famoso barrio de Lima.
Se trata de un puente de madera que se construyó en el S.XIX para permitir cruzar de un lado al otro del barranco que da nombre al distrito.
El Puente de los Suspiros ha inspirado multitud de leyendas de pasiones y desencuentros amorosos. Una de las más famosas habla de una joven del lugar que se enamoró perdidamente de un marinero al que siempre iba a esperar en el puente. Un día el mar se llevó para siempre a su amado, que no regresó y ella siguió acudiendo al puente a recordarle hasta el final de sus días. La leyenda cuenta que su espíritu sigue vagando por el lugar y a veces se pueden escuchar los suspiros de la joven.
Hay una tradición que dice que si consigues cruzar el puente manteniendo la respiración, tus deseos se cumplirán. ¿Te animas a probarlo?
En los alrededores del puente podrás disfrutar de un ambiente popular y bohemio: artistas callejeros, galerías de arte y algunos restaurantes y bares animados para salir por la noche.

La Punta del Callao

Christian Vinces/Shutterstock.com

La Provincia constitucional del Callao es lo primero que el turista conoce cuando llega a Lima en avión, ya que el aeropuerto Jorge Chaves está allí ubicado. Justo en esa zona el Callao no muestra la mejor de sus caras. Además seguro que si piensas viajar al Perú habrás oído o leído que el Callao es uno de los lugares más peligrosos del país, con un alto nivel de inseguridad. Esto es así y las estadísticas de criminalidad lo confirman, pero lo cierto es que el Callao esconde algunos lugares que son seguros y que vale mucho la pena visitar. Uno de ellos es La Punta.
Si miras el mapa, en el extremo suroccidental de la provincia del Callao hay una pequeña península en la que está ubicado el distrito de La Punta. En él puedes pasear por los malecones que la bordean, bañarte en sus playas, callejear contemplando hermosos ranchos y palacetes del Siglo XIX, comer en alguno de los restaurantes especializados en pescados y mariscos y contemplar una increíble puesta de sol desde el Mirador. Suena bien ¿verdad?.
Lo más sencillo para llegar hasta La Punta es que tomes un taxi.
Te recomiendo que con el mismo taxista que te lleve acuerdes también el regreso, ya que luego puede ser complicado conseguir un taxi que vaya hasta allí a buscarte y caminar por el Callao después del atardecer tratando de encontrar un taxi no es nada recomendable.
Enfrente de La Punta hay un grupo de islas: la Isla San Lorenzo, la Isla Frontón y las Islas Palomino. En estas últimas hay colonias de lobos marinos y existen tours organizados en los que te llevan a nadar con ellos. Es una bonita experiencia, yo al menos la disfruté mucho. Fue alucinante nadar junto a estos preciosos animales que se acercan a observarte con gran curiosidad, pero no lo recomiendo si tienes propensión al mareo, ya que el mar suele estar movido y una vez que llegas a las islas, el fuerte olor a los excrementos de los lobos marinos puede hacer que el mareo se intensifique.

La Huaca Pucllana

Todos asociamos Perú con el imperio y la cultura Inca, cuyo máximo exponente es Machu Picchu, pero existieron muchas otras culturas preincas (Moche, Chimú, Caral, Nazca, Paracas, Lima..), que dejaron un legado cultural muy interesante. Uno de los testimonios que han perdurando de estas culturas preincas es la Huaca Pucllana.
Se trata de un sitio arqueológico ubicado en el distrito de Miraflores, con restos de una pirámide truncada de 25 m de altura construida por los Lima entre los años 200 y 700 d.c.
La pirámide está hecha con adobe y tiene forma escalonada.
Por los restos hallados en las excavaciones, se sabe que era un lugar destinado a un uso ceremonial, administrativo y también funerario.
La visita incluye un tour guiado por las ruinas, el museo con los objetos encontrados en las excavaciones, y un parque de flora y fauna nativa. También hay un restaurante que se encuentra dentro del recinto y que dispone de una gran terraza en la que puedes comer o cenar con vistas a las ruinas. Es uno de mis lugares favoritos en Lima por la noche. El ambiente es íntimo, agradable y cautivador. Realmente tiene algo de magia por el misterio que emana de los restos milenarios iluminados que parecen resurgir de la oscuridad.
Es un restaurante donde se come rico y a precio medio.
Un buen plan puede ser hacer la visita a las ruinas por la noche, ya que existe esa posibilidad, y después cenar en el restaurante. Si optas por este plan, te recomiendo reservar todo con antelación.

El Café Buenavista

Lima tiene sus rinconcitos en los que refugiarte y olvidarte del ruido, el caos y la actividad frenética de la ciudad. Uno de esos lugares es el Café Buenavista: un pequeño y coqueto balcón al Océano Pacífico.
Tras un agradable paseo por el Malecón, que es obligatorio si visitas Lima, puedes relajarte allí tomando un café o una «Cusqueña» helada y algún piqueo en su pequeña terraza.
Es otro de mis lugares favoritos en Lima. Estando allí sentada y teniendo el mar como único horizonte, casi te olvidas de que estás en una ciudad con más de 10 millones de habitantes.
Puedes ir allí en cualquier momento del año. Los dueños te prestan una mantita para que te abrigues en caso de que tengas frío y disponen de estufas.
A las horas de las comidas y las cenas suele estar bastante frecuentado y puede que tengas que esperar bastante para conseguir una mesa por lo que te recomiendo que vayas en otro momento, a tomar un café o un aperitivo.

Restaurante El Enano

El restaurante «El Enano» es un lugar mítico en Lima. Bueno, en realidad es más parecido a un puesto de comida callejera que a un restaurante.
Está situado en la esquina entre la calle Chiclayo y Jirón Arica en el distrito de Miraflores y es básicamente una barra abierta a la calle, con taburetes alrededor. Es famoso por sus sanguchos y sus jugos.
En la pared tiene unos paneles con todas las combinaciones de jugos que puedes pedir, ¡que prácticamente son también todas las que puedes imaginar! No sé cuántas combinaciones posibles hay, pero por lo menos cincuenta, en las que puedes mezclar una increíble variedad de frutas, algunas de las cuales yo antes ni conocía! granadilla, tuna, guanábana, lúcuma, fresa, uva, plátano, durazno… ¡no apto para indecisos!!
Tienen allí mismo las frutas frescas y te lo preparan en el momento.
Si vas a Lima, sí o sí tienes que hacer una parada en este lugar y tomarte uno de sus deliciosos jugos. Está abierto casi a cualquier hora, ¡así que no tienes excusa!

El Olivar

El bosque del Olivar, además de ser un oasis en medio del asfalto y el bullicio del barrio de San Isidro, es también un lugar histórico que fue declarado Monumento Nacional en 1959. Algunos de los ejemplares de olivos que verás allí tienen más de 350 años.
Francisco Pizarro cedió los terrenos donde actualmente se encuentra el bosque del Olivar a la congregación dominicana y fue uno de los monjes de la congregación el que plantó allí, en 1560, las primeras semillas de olivo traídas de España que dieron lugar a los árboles más centenarios que hoy se encuentran en el parque y son testigos vivientes de toda la historia de la ciudad. El Olivar es un lugar tranquilo en el que dar un paseo, contemplar los magníficos ejemplares de olivos, relajarse escuchando el trino de la gran variedad de aves que allí se refugian y compartir ese momento con los limeños que disfrutan de su tiempo de ocio.


El distrito de San Isidro, en el que el parque del Olivar se sitúa, es el centro financiero de la ciudad. Arquitectónicamente es muy interesante, pues en él se mezclan modernos edificios de oficinas con bonitas casas y mansiones de estilo neocolonial. También es ideal para ir de compras y disfrutar de la gastronomía limeña, dada la impresionante oferta de restaurantes y locales de ocio que allí se encuentran.

El Mercado de Surquillo

Lecker Studio/Shutterstock.com

Qué mejor lugar para catar la esencia de una ciudad que sus mercados, donde se entremezclan los colores, las esencias y el bullicio de los locales.
El mercado de Surquillo se encuentra en el distrito del mismo nombre, al norte de Miraflores. Caminando desde el Parque Kennedy no son más de quince minutos, así que no tienes excusa para no acercarte hasta allí. Pasear por sus puestos de frutas, verduras, carnes, pescados, mariscos y especias es como contemplar un muestrario de la diversidad y riqueza de la gastronomía peruana y si tienes suerte, puedes encontrarte con algunos de su clientes ilustres, como el afamado chef Gastón Acurio, que le ha dado renombre al lugar.
Date una vuelta por allí, compra lo que necesites y aprovecha para degustar un ceviche o un tiradito en alguna de las cevicheras que hay dentro del mercado. Es un plan que seguro que te dejará un buen sabor de boca.

El Parque del Amor

Lima es una ciudad que mira al Océano Pacífico. Su carácter marítimo es parte de su identidad por lo que el mar estará presente en tu visita, no sólo a través de su cultura y su gastronomía, sino también de forma visual. La ciudad de Lima se extiende a lo largo de un acantilado que va desde Chorrillos hasta La Punta del Callao y que puedes recorrer en un agradable paseo por sus malecones.
Es precisamente en uno de estos malecones, en el Malecón Cisneros situado en el Distrito de Miraflores, donde encontrarás el Parque del Amor, un bonito mirador desde donde asomarte al mar y en el que podrás, si tienes suerte con el clima, contemplar magníficos atardeceres.
Se trata de un conjunto escultórico que se inauguró el 14 de febrero de 1993 como homenaje al amor y al día de los enamorados.

Avodrocc, via Wikimedia Commons


El parque está presidido en el centro por una icónica escultura de una pareja besándose del artista Víctor Delfín y está rodeada por bancos decorados con mosaicos de colores y fragmentos de poemas de amor de poetas peruanos.
Aquí va uno de mis favoritos de Carlos Augusto Salaverry:

«Mi recuerdo es más fuerte que tu olvido.
Mi nombre está en la atmósfera, en la brisa
y ocultas a través de tu sonrisa lágrimas de dolor;
pues mi recuerdo tu memoria asalta,
y a pesar tuyo por mi amor suspiras,
y hasta el ambiente mismo que respiras repite ¡mi amor!». .

O estos de Gustavo Valcárcel:

«Tu presencia es la vida, un mar inacabable,
estás en todo el mundo, nace el mundo en tus ojos,
te miro sobre el tiempo y te amo bajo el tiempo,
porque eres un instante que nunca pasará. –
Remediará el amor nuestros trajes zurcidos
habrá pan para ti y flores en la alcoba,
iremos a los puertos a ver que todo parte
y a ver que nuestro amor no partirá jamás. «


Estos son algunos entre muchos. ¿Cuál es tu verso favorito del Parque del Amor en Lima?

Restobar Ayahuasca

Este local que abrió sus puertas en 2008 y que se ha convertido en un emblema y reclamo turístico del distrito de Barranco, ha logrado transformar exitosamente una preciosa casona del siglo XIX, para dotarla de un ambiente místico en el que la esencia peruana está presente en todos sus rincones y en su carta de piqueos y tragos. Este toque ancestral queda reflejado en el propio nombre del local: Ayahuasca.
La Ayahuasca es una bebida utilizada por las tribus indígenas de la amazonia. Su preparación, a base de plantas de la selva, así como los rituales y ceremonias en las que se emplea, ha sido transmitida de chamán a chamán a través de generaciones.
Se utiliza con fines sanadores, espirituales y de autoconocimiento y es un potente alucinógeno.
La mansión Berninzon, en la que se encuentra el restobar, es un palacete del siglo XIX que era propiedad de la familia con el mismo nombre y que se utilizaba como residencia de verano.
En el exterior llama la atención la escalinata doble de mármol con balaustrada de madera, perfectamente simétrica.

En el interior, han conservado en la restauración los materiales iniciales de la mansión republicana, pero dotando a los diferentes salones de un ambiente íntimo, y sugerente que evoca las experiencias místicas que relatan aquellos que han participado en sesiones de ayahuasca. Un ambiente muy especial, ciertamente.

Lo especial de este local, además del ambiente, es su carta de tragos, destacando la variedad de pisco sours y machacados hechos con el macerado marca de la casa, de hierbas, hojas de coca, canela y ruda y mezclados con frutas tropicales.

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